Cleopatra se pintaba los labios con rojo rejalgar. En la época victoriana el pintalabios estaba repudiado, representaba la «inmoralidad femenina». Las sufragistas emplearon el pintalabios rojo como símbolo de la emancipación femenina. En la actualidad, pintarse los labios forma parte de una campaña de rechazo a las políticas machistas de Trump, e incluso es el estandarte de una nueva ola del feminismo.
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