Sintetizamos piel con fines médicos y para testar productos cosméticos y farmacológicos. Hasta el siglo XX los injertos se realizaban exclusivamente con piel del propio paciente (autoinjertos) o piel de donantes (aloinjertos). El testado de productos se hacía sólo in vitro o con voluntarios. En los años 80 comenzamos a dar los primeros pasos en la síntesis de piel artificial. Hoy en día tenemos impresoras 3D capaces de fabricar piel humana.
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